miércoles, 26 de julio de 2017

FERNANDO GÓMEZ ‘GALLO’ EN LA PRESENTACIÓN DE ‘ESPARTERO’ EN BARCELONA

Javier Vellón

El domingo 5 de septiembre de 1886 se presentó en Barcelona Manuel García ‘Espartero’ en un mano a mano con Fernando Gómez ‘Gallo’. A continuación, la crónica de La Vanguardia de dicho festejo.

Con una tarde propia de la tierra africana por el insoportable calor que se dejaba sentir, sa verificó ayer la corrida extraordinaria anunciada para que hiciera su presentación en esta plaza el novel diestro Manuel García (a) Espartero.

 A las cuatro en punto aparecieron en el redondel las cuadrillas, á cuyo frente marchaban Fernando Gómez (a) Gallito y Manuel García (a) Espartero. Lucía ei primero precioso terno rosa y plata, y el segundo el mismo metal y celeste.

Hechos los preliminares de costumbre se presentó el primer Espoz y Mina, que, como á sus hermanos, se olvidaron bautizarle, pues no rezaba su nombre en parte alguna. Era rojo encendido, bien puesto y muy blando; aguantó de los de tanda cinco caricias á cambio de dos aleluyas, que dejó tendidas como recuerdo. Lo parearon Salerí y Morenito con tres ai cuarteo y uno á la media vuelta. Hecha la señal por el señor presidente para cambiar la suerte, el Gallo, después del brindis de costumbre, se dirigió al bicho y lo despachó de dos estocadas á volapié y un intento de descabello, El puntillero lo remató á la tercera.

De igual pelaje que el anterior era el segundo; se presentó boyante y entró en relaciones eon los piqueros seis veces; mató tres sardinas; el Gallo, en un quite, se enredó con el capote, cayó y poco faltó para que hubiera un desavío.

Después de banderilleado pasó á manos de García, que con confianza y en un palmo de terreno, lo trasteó con dos naturales y dos de pecho, para arrancarse al volapié, resultando una estocada un poquito ladeada, pero que bastó para despachar al toro. Le cedieron la oreja á petición del público.
Salió el tercero. Artau, que se presentó formando parte da la cuadrilla, dio el salto de la eternidad (palmas). El toro se lió con los de á caballo, propinándoles soberbios tumbos, despachando cinco pura sangres: en la tercera vara cayó al. descubierto Fuentes; toda la cuadrilla acudió al quite: Espartero coleó al bicho. Regaterín y Morenito le adornaron el morrillo; el primero con uno al cuarteo superior y medio á la media vuelta, y e! segundo con uno al cuarteo, saliendo por el lado izquierdo. El Gallo era el encargado de dar pasaporte al retinto y lo verificó con una perpendicular entrando bien y dos intentos de descabello.

Colorado claro, cornigacho, ojo de perdiz era el cuarto, que fue un buen toro. Salerí dio con precisión el salto de la garrocha; tomó nueve varas; tumbó cinco veces á los de a caballo y mató seis pencos.
El Gallo sufre un gran costalazo por habérsele colocado un caballo en los medios; quedó algunos momentos sin sentido, pero no queriendo retirarse á la enfermería. Con cuatro pares de zarcillos, pasó á manos de Espartero, que después de un lucido trasteo se tiró con una magnífica al volapié, de la que murió el bicho.

Retinto, cornialto y rabón, era el quinto; se presentó bravo y duro; mató cinco caballos, pasando enseguida al segundo tercio; los de tanda le colgaron dos pares y medio. El Gallo cogió los trastos y se dirigió al toro al que entró una estocada atravesada, que iba precedida de nueve buenos pases. El bicho á los pocos momentos midió la arena.

El sexto era negro, albardao y bien armado, pero blando como la manteca; como era voluntarioso, aguantó doce varas y enagenó dos espátulas que poco antes corrían por el redondel. Después de banderilleado, el Espartero lo pasó tres veces y se arrancó con una hasta la mano que deshizo al Carriquiri. Palmas y la oreja.

El toro de gracia era de Fernández Heredia y llevó fuego.

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